PERFIL PROFESIONAL TRATAMIENTOS OPINIONES SU CONSULTA
  • Terapia individual. Orientación Psicoanalítica
  • Ansiedad. Celos. Depresión. Estrés. Angustia. Ataques de Pánico. Problemas de Autoestima.
  • Timidez. Inseguridad. Duelos y Pérdidas. Trastornos Obsesivos. Bullying. Mobbing..

PERFIL PROFESIONAL

La formación de grado, cursada en la universidad del Salvador, me brindo aprendizajes sobre las técnicas y teorías de las escuelas psicológicas más destacadas: Terapia Cognitiva, Psicoanálisis, Terapia Sistémica, Gestáltica y existencialista.

También me aporto competencias para realizar psicodiagnósticos: técnicas proyectivas y psicométricas. Y nociones de las diferentes ramas de la psicología tales como la psicología educacional, empresarial, comunitaria y jurídica.  El título obtenido fue de licenciado en psicología.

Luego realice una concurrencia en el hospital Eva Perón (ex Castex).

En forma paralela cursé la especialización en psicoanálisis con orientación clínica en AEAPG (Asociación Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados).  Allí me formé con destacados profesionales dentro del ámbito psicoanalítico, ya que

AEAPG es una reconocida institución fundada en 1963. Aprendí en profundidad el recorrido de la obra de Freud, desde los casos clínicos hasta los conocimientos en relación a la teoría y la técnica psicoanalítica. También tuve un recorrido de autores post Freudianos y participe en supervisiones. La carrera de postgrado está avalada por la CoNEAU.

Cuento con un recorrido en el área clínica privada con la responsabilidad y requisitos que amerita el ejercicio profesional correspondiente. 

 

TRATAMIENTOS

ATENCIÓN A ADULTOS
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Por qué contactarnos

Podríamos ir pensando en las excusas más escuchadas para evitar el inicio de un tratamiento. Y cuando hablamos de excusas es por que en la medida que alguien tiene un conflicto y se plantea argumentos para no comenzar terapia, no hace otra cosa que defenderse ante la posibilidad de un tratamiento. Si iniciaría tendría que enfrentar las cosas que le producen dolor.

Hay quienes dicen “no creo en la psicología”. “No tengo tiempo”… pero ¿no tenes una hora por semana?, “no tengo tiempo”. Un terapeuta tiene en cuenta las particularidades del paciente y de esa manera no tendría por qué temer avanzar en temas tan dolorosos ya que el profesional va a considerar la manera en proceder.

¿Y Cuántas veces hemos escuchado decir a conocidos con problemas personales “yo solo me ayudo”?, conocidos que con una simple observación notamos que esos problemas colapsan su psiquismo. Pero si están sufriendo tanto, ¿por qué no quieren ayuda? ¿Realmente creen que pueden solos?. Más allá de defenderse a un posible tratamiento algunas personas que padecen tienen beneficios de la enfermedad. Dado a lo extraño que parece ese enunciado quizás sea mejor un ejemplo para entenderlo. Un niño que se enferma y tiene fiebre la pasa muy mal, se siente desganado y muy dolorido pero no nos olvidemos que en esos momentos recibe más atención que cuando está sano. Atención que varía de darle todo lo que pide hasta, a veces, recibir más de lo que su demanda parecería indicar… quizás besos y caricias… amor del cuidador. En algún aspecto, sin darse cuenta, puede que la persona que padezca se encuentre en una situación análoga. Por un lado obtiene beneficios pero por otro lado problemas por sus síntomas, los cuales pueden llegar a que en un momento comiencen a perturbarlo en su vida cotidiana inclusive con las personas que interactúan. El lector pensara, ¡pero mira a “fulano” como obtenía beneficios!. Debo aclarar que la persona que padece, parte de lo que le pasa va más allá de su voluntad por eso no tiene que ser condenado como actos ventajosos sino como algo más del padecimiento.

En cuanto a la búsqueda de ayuda profesional, algunos la aceptan más rápido pero otros al comienzo creen que pueden solos. Puede ocurrir que el padecimiento aumente hasta ser algo intolerable, y solo de esa manera el padeciendo pasa a ser el impulso para buscar ayuda. Podemos pensar también en personas que no tengan conciencia de enfermedad, aquí el padecimiento lo tendría otro (o no tienen nada) por lo tanto no necesitarían acudir a un profesional, se puede verificar si esto es cierto consultando.

Algunos dicen “solo hablan ustedes”... aquí podría explicar la importancia de la palabra. Para ello vamos a pensar en dos polaridades (que pueden estar en el mismo sujeto) por ejemplo personas que son más de pensar, suelen aislarse encerrándose en sus propios pensamientos y otros que cometen acciones de forma impulsivas sin querer hacerlas. En estos casos es necesario poner en palabras con un otro, de esa manera puede aparecer nuevo material y/o un cuestionamiento sobre aquellas cosas que creen que son de determinada forma proporcionando otra manera de pensar la temática. Escuchamos más de una vez las personas que repiten acciones y dicen “siempre me pasa lo mismo”, esta repetición no es otra cosa que algo no puesto en palabras. En la medida que puedan expresarlo van a ir entendiendo por que le sucede y la palabra va a poder mediatizar la acción.

Para ir finalizando, podría pensar en los que dicen “¡para eso hablo con un amigo!”… a esta afirmación diría que el contacto con el otro puede ser favorable (si el amigo no tiene intereses propios o prejuicios sobre el tema), pero el profesional cuenta con otros recursos. El poder hablar y escuchar no te hacen psicólogo tal como el poder cortar carne no te hace carnicero, es necesario de una técnica y conocimientos. En cuanto a las características del profesional que escucha (psicólogo o psiquiatra con formación psicoterapéutica), implica que siga una técnica avalada por la teoría en la cual se basan sus acciones dentro de las sesiones. Pero para que cumpla la función de tratamiento se tiene que sostener variables como el tiempo y el espacio.

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